Problematica del uso no planificado de recursos

El desarrollo sostenible depende, ante todo, de la capacidad del Estado de evaluar y anticiparse a los riesgos e impactos potenciales de las distintas acciones y actividades que se desarrollen en su territorio, resultando cada vez más obvio que sólo aquellas Instituciones que estén informadas y capacitadas con la debida antelación, podrán dar respuesta rápida a las variadas demandas que imponga la realidad.

Entre los problemas derivados de la imprevisión en temas ambientales se encuentran: el deterioro de los suelos, el cambio en la cobertura del territorio, la desertificación, la pérdida de biodiversidad, el impacto sobre el clima, el agotamiento de los acuíferos, la reducción de la productividad de los campos y sus cultivos y, en última instancia, el menoscabo de los servicios ecosistémicos y deterioro de la calidad de vida de las personas. Todos éstos, en mayor o menor medida, son hoy parte de la realidad cordobesa.

Mientras tanto, y sólo a modo de ejemplo, las perspectivas futuras permiten pensar que la producción agropecuaria y agroalimentaria argentina tendrá un rol protagónico en la satisfacción de parte de la demanda mundial. Al tiempo que la población humana con ingresos medios crece en los países en desarrollo también lo hace la demanda de productos de origen vegetal y animal, como así también de alimentos elaborados. Junto a esta necesidad creciente de tierras para producir materias primas destinadas a alimentos y fibras, se agrega aquella destinada a la producción de agro-combustibles, escenario en el que nuestro país puede también jugar un rol importante. Todo esto indica que existiría una fuerte inercia comercial para profundizar y expandir el modelo de producción y ocupación del territorio cordobés, toda vez que Córdoba constituye actualmente el primer productor de leche, maní y soja del país, el segundo productor de bovinos y trigo y ocupa un lugar importante en la producción de cerdos, maíz, sorgo y pollos.

De persistir las condiciones actuales podrían profundizarse los impactos sobre el ambiente natural y sobre las condiciones sociales y económicas. En este sentido, es notable la presión creciente sobre los ambientes naturales provinciales, tal el caso de la degradación de humedales, la pérdida y fragmentación de bosques, el deterioro de suelos por erosión hídrica y eólica, la reducción del número de productores agropecuarios y la migración poblacional del campo a la ciudad, por mencionar sólo algunos de los ejemplos más conocidos. Así, la provincia de Córdoba tiene, por un lado, perspectivas de expansión de la producción agropecuaria y forestal, energética, industrial, minera y turística, mientras que por el otro existe la necesidad, acompañada por una creciente demanda, de asegurar que ello ocurra en un contexto de desarrollo genuino, en el cual se protejan los recursos naturales provinciales, a la vez que se mitiguen los potenciales impactos sobre los mismos.